Los sistemas de detección de fuego, son sistemas automáticos, cuyos dispositivos, sin intervención humana,
son capaces de detectar algún aspecto físico de un incendio inicio de fuego y de comunicarlo de manera automática a una central de control para que se activen las sirenas y puedan tomarse todas las medidas apropiadas, como evacuación del recinto, llamada a servicios de intervención. La función de un sistema de detección de incendio es la de detectar un incendio en el tiempo más corto posible y emitir las señales de alarma
y de localización adecuadas para que puedan adoptarse las medidas apropiadas. La función del sistema de alarma consiste en emitir señales acústicas y/o visuales a los ocupantes de un edificio en el que pudiera existir el riesgo de incendio.
Este tipo de detector es propicio cuando tengamos aerosoles visibles provenientes de la combustión. Este caso es frecuente en fuegos de lento desarrollo.
Este tipo de detector actúa con gradiente de temperatura de 10° por minuto o bien por máxima de temperatura de 55° C. Se recurre a este tipo de detectores en aquellos sitios donde un detector de humos pueda producir falsas alarmas o lugares donde se prevean incendios de rápido desarrollo.
Estos detectores combinan las tecnologías de los detectores ópticos de humos y de los térmicos. Apropiado en lugares donde puedan desarrollarse incendios rápidos o emisión de partículas de espesor apreciable.